lunes, 21 de agosto de 2017

¿De quién es la culpa cuando se suspende una prueba deportiva?

Como bien saben los que alguna vez han pasado por este blog, en él lo más que van a encontrar son fechas. Fechas de eventos deportivos que se celebran en Tenerife y alrededores. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, hemos podido observar que algunas pruebas han desaparecido del calendario, unas de forma definitiva y otras aplazadas por causas de diversa índole. Sin ir más lejos, hace unos días leí en Facebook que se había suspendido la Ycoden Trail. Y hace unos meses viví, como parte de la organización, la suspensión definitiva de la mítica Media de Acentejo. El año pasado también se devolvieron los importes de las inscripciones del Acuatlón BlancoBar del Puerto de la Cruz y del Acuatlón de Candelaria, que este año ni siquiera figura en el listado de la Fecantri. Pero, ¿a quién podemos responsabilizar de la cancelación de estos eventos? ¿Por qué sucede esto si, aparentemente, cada vez hay más gente comprometida con el deporte? Veamos.

Puede haber varias respuestas.

En primer lugar, podemos observar como son los eventos de mayor "tirada" los que mayor número de inscripciones acumulan. Pensemos, por ejemplo, en la Tenerife BlueTrail, la K42 Anaga Marathon, la Transvulcania, Travesía Mar de las Calmas, IronMan, Ocean Lava TriSanta Cruz, Travesía Bajamar-La Punta... y así un largo etcétera que se puede ver en cada una de las islas. Sin embargo, ¿por qué tienen mayor tirada? Tengamos en cuenta que hay eventos menos conocidos que también llenan cupos de inscripción en horas (véase la Vulcan Race de Garachico). La respuesta es fácil: inversión en publicidad. Está claro que todos estas carreras, travesías, triatlones, tienen detrás a decenas de patrocinadores que invierten para que el evento tenga su logo plantado casi en cualquier sitio, así como sus productos. Camisetas, arcos de meta y salida, web, avituallamientos, bolsa del corredor, feria del corredor, banderolas, photocalls, gorros... Es el pez que se muerde la cola: cuantos más patrocinadores consiga un evento, mayor importe podrá invertir la organización en publicitarse no sólo en Canarias, sino a nivel nacional e internacional. Asimismo, mayor inversión, colaboraciones más sustanciosas ("Cajamar Tenerife BlueTrail", "Transvulcania Plátano de Canarias", "NorthFace Transgrancanaria", etc.). Cuando no se encuentran suficientes patrocinadores o el evento en cuestión está aún despegando (o en fase de decadencia, que también es posible), la organización a veces tiene que tirar de inventiva para sacar la prueba adelante.

La segunda causa común de desaparición es la falta de apoyo por parte de las administraciones públicas. Cuando una administración local o insular niega el apoyo a una prueba, o se lo reduce significativamente, en ocasiones se hace muy difícil sacar la prueba adelante. Ya sea por intereses económicos, políticos o de otra índole, en cualquier caso es un palo para los organizadores el no contar con el respaldo de un ayuntamiento, cabildo, etc. Esto perjudica seriamente al presupuesto de la prueba, ya que se deben buscar "las coles" por otro lado. De todas maneras, sabemos que una prueba deportiva es una buena publicidad para cualquier municipio o zona, al ser una forma de promover la vida sana, de dar a conocer el lugar y de posibilitar al visitante y al local el descubrimiento de nuevos parajes que, de otra forma, no encontrarían.

La tercera causa, la falta de inscritos. Sabemos que hay fines de semana en los que se satura el calendario, y no es de extrañar. Ha habido fines de semana con hasta cuatro pruebas en cuatro puntos diferentes de la isla que no posibilitan siquiera el hacer una combinada (hacer varias pruebas en un día, o en un fin de semana). Aunque también debemos hablar de los precios de las inscripciones. Puede que incluso venga dado por los puntos anteriores: la falta de apoyos económicos hace que el corredor tenga que pagar un poco más de su bolsillo que si tuvieran a muchos patrocinadores detrás. O al contrario; algunos organizadores aprovechan el tirón para "sacar pasta" al inscrito, dado que el evento ha cogido un nombre en el mundillo y se ha ido haciendo cada vez más famoso.

Otra causa puede ser la obtención de los permisos. No conozco todo el procedimiento para habilitar una prueba y hacer que todos los papeles estén en regla por temas de seguridad. Pero sí sé de eventos que se han suspendido por problemas de tiempo. Sin ir más lejos, hace unos días llegaba un correo del Club de Natación Aguadulce Los Silos donde anunciaban que no iban a celebrar la travesía este año por no haber tenido tiempo de sacar los permisos. Lo mismo pasó hace unos años con la travesía del Puertito de Güímar, que no se realizó por problemas de permisos y tiempo.

La última causa, aunque esta es obvia, es la suspensión por mal tiempo. La seguridad del participante es lo primero, y en este caso las pruebas suelen aplazarse. Recordemos la pasada travesía a nado de San Telmo, que se pospuso por mal estado de la mar. Es lo más lógico y necesario cuando hablamos de suspensiones o cambios de fecha.

El resultado de todas estas causas son efectos que pasan por malestar y enfado de los participantes (lógico, porque se organizan y entrenan en función de determinadas pruebas), descontento de otras organizaciones al cambiarles las fechas; desconfianza de los patrocinadores y seguramente algún otro efecto que se nos escapa.

No sabemos cuál es la solución a este "fenómeno" de cancelaciones, pero sí sabemos que la buena organización es vital. Sobre todo empezar con bastante tiempo, porque los problemas de última hora pueden fastidiar cualquier buen evento. Y saber a quién acudir también es útil.

Y para muestras, botones: hace un rato se ha anunciado la cancelación del Lagothlón BlancoBar. Otro más.
 

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