miércoles, 27 de mayo de 2020

El deporte en los tiempos del coronavirus


Así empiezo con un nuevo texto después de más de dos años sin publicar una entrada en este blog. Con una referencia clara a mi libro favorito, "El amor en los tiempos del cólera", de Gabriel García Márquez. Y, cómo no, debía referirme a estos tiempos en los que vivimos, en los que el  "virusito", como yo lo llamo, condiciona todo lo que hacemos.

A las pruebas me remito: no podemos abrazar a los que queremos, debemos echarnos gel hidroalcóholico al entrar en cualquier establecimiento y debemos llevar mascarilla para salir a la calle como si fuéramos Bane en aquellas películas donde era el antagonista de Batman.

Pero el virusito no sólo nos afecta a nivel rutinario, sino que afecta también a nuestros hábitos deportivos. Hasta hace apenas un par de días, debíamos salir solamente en los horarios marcados para hacer deporte, no podíamos hacerlo en compañía y tampoco salir de nuestro municipio. Pero a niveles más competitivos, el bicho ha afectado a ligas profesionales, eventos internacionales y, a pie de calle, también a los eventos populares a los que solemos acudir.

Empezando por los JJ OO de Tokio 2020, que serán los que confundan a los estudiantes en los exámenes de Historia del futuro porque no se celebran este año, sino el que viene. Y eso, si se celebran, porque nadie sabe cómo reaccionará el virus de aquí a un año. ¿Habremos salido de este bucle o seguirá el miedo y la precaución por algo que no vemos? El caso es que los deportistas olímpicos, o que estaban preparando su participación en los próximos Juegos, pasaron por unas semanas de incertidumbre al no saber si llegarían a competir este año. Ahora, una vez resuelta la duda, queda preguntarse si el tratamiento a los deportistas, ya no sólo olímpicos, está siendo igualitario que a otros deportes. El entrenador de Mireia Belmonte, por ejemplo, comentaba el otro día en una entrevista que le resultaba doloroso ver cómo Leo Messi podía entrenar mientras que Mireia, enfocada a los que posiblemente sean sus últimos Juegos, no tenía una piscina donde ejercitarse. ¿Es por el dinero que mueve el fútbol por lo que Messi pudo entrenar antes que Mireia, aún sabiendo que en el agua la presencia del virus es menor y que la natación no es un deporte de contacto (a no ser que hagas aguas abiertas y te pasen por encima)?

Otro ejemplo de gran evento suspendido o, mejor dicho, aplazado para el próximo año, es la UTMB. Para los que no la conozcan, la Ultra Trail del Mont Blanc, evento casi sagrado para corredores de montaña de Europa y mitad del mundo al ser una de las carreras más conocidas y que mueve a más aficionados y corredores cada año. Las miles de personas que entran cada año en el sorteo deberán esperar pacientemente a las próximas ediciones ya que, como han indicado en el comunicado oficial de la organización, los corredores que este año ya tenían la plaza, la conseguirán directamente en la edición de 2021, 2022 o 2023. Estos años que parecían tan lejanos, están aquí y son nuestra esperanza.

Y ahora me quiero referir a los eventos más pequeños, a las carreras populares a las que acudimos la gran mayoría. Algunos se han aplazado para después de verano, otros para el próximo año, y de otros no sabemos si se mantendrán en su fecha. Como ejemplos, la Travesía a Nado Alcaraván, que se celebraba en mayo, ha pasado a septiembre, al igual que carreras como la Transvulcania o la Pinolere Trail. En el caso de los que se han dejado para el próximo año tenemos a la Tenerife BlueTrail y a Conquista La Victoria, que han preferido dejarlo para 2021. Por último, grandes eventos como la Travesía a Nado Mar de las Calmas, programada para finales de septiembre, sigue en pie, al igual que otras más tardías como la K42 Anaga Marathon, siempre para el puente de la Constitución de diciembre. ¿Qué pasará con estos eventos? ¿Llegarán a celebrarse aquellos que están programados para este 2020?

Personalmente, considero que la mejor opción es haber aplazado muchos de ellos para finales de año o tras el verano, pero ahora los deportistas nos vemos en la difícil decisión de elegir: octubre, por ejemplo, tiene grandes eventos cada fin de semana. ¡Las piernas, los brazos y las ganas de los deportistas deberán estar fuertes de cara al último cuatrimestre del año! Eso sí, habrá que ir viendo cómo se desarrolla esta historia de aquí a septiembre.

Ahora, me gustaría que me diesen su opinión sobre el tema aplazamientos, suspensiones y cambios de fecha. ¿Consideran lo más responsable que los eventos se cambien de fecha o que se pospongan para el próximo año? ¿Se apuntarán a ellos a pesar de todo? 

Pueden dejar su opinión en este mismo post o en el post de Instagram o Facebook. Mil gracias a lxs que hayan llegado hasta aquí y espero saber sus pareceres sobre este tema. 


lunes, 15 de enero de 2018

Calendario de eventos 2018

ENERO
13 de enero, TNT
13 de enero, Carrera Nocturna Santiago del Teide
14 de enero, Chanajiga Trail
21 de enero, Gran Canaria Maratón
27 de enero, Carrera Nocturna La Caleta de Adeje

FEBRERO
3 de febrero, Maratón del Meridiano
3 de febrero, Carrera Vertical Subida del Panadero
4 de febrero, Media Maratón Divina Pastora La Palma

MARZO
4 de marzo, Ocean Lava TriSanta Cruz
11 de marzo, Carrera de Montaña Guía de Isora
18 de marzo, Trail Fuentealta Vilaflor

ABRIL
7 de abril, Reventón Trail
8 de abril, Media Maratón Las Galletas
15 de abril, Rompe Rótulas Obstacles
29 de abril, 3ª Demolition TRI

MAYO
5 de mayo, Travesía a nado Alcaraván
19 de mayo, Binter NightRun Tenerife

JUNIO
9 de junio, Tenerife Bluetrail
16 de junio, 18º Aquathlon La Caleta de Interián
30 de junio, Ycodentrail

JULIO
15 de julio, Travesía a nado San Telmo
28 de julio, Travesía a nado Bajamar La Punta

AGOSTO
4 de agosto, Travesía a nado La Caleta de Adeje
11 de agosto, Travesía a nado Alcalá


SEPTIEMBRE
1 de septiembre, 15ª Travesía a Nado El Roque.
8 de septiembre, Gomera Paradise Trail
9 de septiembre, 16º MKV 3K NOCTURNO.
29 de septiembre, Travesía a nado El Río
29 de septiembre, Travesía a nado Mar de las Calmas

OCTUBRE
7 de octubre, 10ª Vulcan Race 21K.
13 octubre, Travesía a nado PD La Galera
14 de octubre, Travesía a nado Isla de Lobos-Fuerteventura
20 de octubre, Travesía a nado Isla de La Palma
28 de octubre, Travesía a nado Murallas del Infierno

martes, 5 de diciembre de 2017

"Y si te da miedo, hazlo con miedo"


Es normal sentir miedo antes de la salida. Dudar mientras te colocas entre el montón de gente y ves al resto dando saltitos para calentar las piernas, o moviendo los brazos para preparar las brazadas. Pero, ¿puede llegar a paralizarte el miedo? ¿A decirte "de aquí no te mueves" (y conseguir que no te muevas)?

Esta vez lo cuento desde la primera persona, aunque no es la primera vez.

Hace poco más de un año me cogió por sorpresa el miedo más absurdo que había sentido nunca antes de una salida. Fue en la travesía de El Roque, en Garachico. La salida se daba desde el muelle nuevo, pasando cerca del mencionado roque, y entrando en el muelle viejo. Pues bien, esa tarde el mar no estaba demasiado "agradable" (como eufemismo), aunque no me preocupaba demasiado porque normalmente puedo aprovechar esa circunstancia. Mi cabeza en ese momento: "¿y si dejo esto? ¿Y si le digo a la gente de la organización que me saquen la mochila del guardarropa y me largo antes de salir?". Nunca sabré muy bien el porqué de ese miedo. Bueno, quizá tenía algo que ver el hecho de que si te metías en el agua, no podías volver a salir porque no había escalera por donde hacerlo. Luego, tampoco tenía traje, mientras que el 75-80% de participantes sí.

Normalmente, yo hago las cosas pensando "siempre puedes volver atrás", pero este no era el caso, por supuesto. Al final me metí al agua sabiendo que no podría volver a salir, así que de todas formas lo hice.

Poco tiempo después, me negué a hacer los 8 km de la Maratón de Santa Cruz. El motivo en este caso estaba claro, ya que no me sentí para nada preparada, porque me había saltado muchos entrenos. Si bien no llegué al extremo de negarme justo antes de la salida, sino unas semanas antes.

Pero el peor momento de "parálisis" fue justo antes de la 8KM de La Orotava este año. Llevaba algunos días dudando de todo: del recorrido, de mi preparación, de mi cabeza durante la carrera... Fui a buscar el dorsal el mismo día, había ido días antes a ver las calles del trazado... pero a la hora de la verdad, no fui capaz siquiera de calentar. No sé, quizá fue una combinación de varios ingredientes: miedo al recorrido, miedo a no ser capaz de llegar a meta, agobio, circunstancias personales que llevaban machacándome toda la semana... Recuerdo que media hora antes de la salida había una actividad de Zumba en la línea de salida. Me puse a mirarla y mientras, mi cabeza daba miles de vueltas. Me alejé de mi grupo porque no podía pensar con claridad, me quedé en silencio un momento y, cuando vinieron a buscarme para calentar... me negué. No pude, y simplemente me eché a llorar. Pánico escénico, bloqueo mental, paranoia transitoria... Yo qué sé. Lo único cierto es que no pude correr esa noche.

Y hace unos meses, estuvo a punto de pasarme otra vez. El Porís, travesía que nunca había hecho. Mar difícil hasta el punto de cambiar el recorrido de la prueba. Inseguridad absurda, más por la entrada al agua que por el mar en sí. Nervios, muchos nervios. Y el llegar sola a recoger el dorsal, algo que me pone más nerviosa aún. 

Anuncian por megafonía que se retrasará un poco la salida, que los chicos saldrán antes, que hay que dar dos vueltas al recorrido. Y yo que me pongo cada vez más nerviosa. Intento entrar al agua a calentar y me echo atrás. Las olas de la orilla me asustan y el frío del agua me paraliza literalmente. Pero veo al resto de la gente que entra como si nada, que da un par de brazadas y vuelve a la arena. 

Comienza la cuenta atrás para la primera salida y yo que quiero irme y me lo pienso. Me lo pienso una, dos, tres veces. "¿Y si me voy?". Pero por otro lado, en mi cabeza algo me dice: "No pienses, no pienses, no pienses". Y eso hago. Termino en primera línea pero, por precaución (y para que otras se coman las olas, seamos sinceros), paso a la segunda línea. Y entro, y me meto, y trago agua, y recibo algún que otro golpe. Y nado. Y alcanzo una boya, y otra, y otra más. Primera vuelta, segunda, y llego a meta. Hala, acabada. Que no era para tanto.

¿Moraleja? Hazlo, y si te da miedo, hazlo con miedo.

viernes, 1 de diciembre de 2017

Los últimos


Sí, somos nosotros. Los que nos hacemos amigos del/la escoba. Los que vamos en el grupo perseguidor del grupo perseguidor del grupo perseguidor (y así en bucle). Los que llevamos a la moto o bici que cierra pegaíta al culo. Los que la gente mira con cara de pena. Los que llegamos matados pero que llegamos. Los que miramos con una mezcla de admiración y envidia al primero, que ha llegado con muchíiiiiiisimo tiempo de diferencia y que, cuando nosotros alcanzamos la meta, a ellos les ha dado tiempo de cambiarse, comer, ducharse, y hasta de sacar al perro. Los que sufrimos por cada persona que nos adelanta, porque sabemos que ese es un puesto perdido que no vamos a recuperar.

Pero que llegamos, aunque seamos últimos. Y eso significa que hemos pasado corriendo/nadando/dando rueda más tiempo que el primero. Así que también nos merecemos el aplauso.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Turismo deportivo, ¿una buena idea?


Como deportistas más o menos dedicados, siempre tenemos en mente una carrera o travesía, o evento, al que queremos asistir fuera de nuestra casa o lugar habitual. Carreras como la Transvulcania, la Maratón del Meridiano, Transgrancanaria, Fudenas, Haría Extreme, Travesía El río, Mar de las Calmas, Gomera Paradise, etc. Siempre hay un evento al que decimos "el próximo año me apunto". 

En mi caso, me gustaría tirar para El Río. Pero, ¿es una buena forma de conocer tus islas, tu tierra?
Entra el tema del turismo deportivo, que en estos últimos años ha supuesto un verdadero boom dentro de Canarias. Alojamientos completos durante la Transvulcania, ofertas de navieras, aerolíneas y agencias de viajes con paquetes de alojamiento y transporte para deportista y acompañante... ¿Y por qué no?

Estamos en unas islas que tan pronto dan una carrera mítica de montaña, como un triatlón legendario (léase IronMan Lanzarote), como una travesía conocida a nivel nacional (Las Calmas). ¡Aprovechémoslo! Además, estamos a media hora en avión de cualquiera de las seis otras islas. Los barcos, con los paquetes de coche y billete, salen por precios irrisorios, igual que los famosos descuento de residente que tienen ahora las aerolíneas.


Son formas originales de conocer el lugar donde vives, y la excusa perfecta para darte un salto a otra isla. Por eso, desde que pueda, pienso pasarme a alguna isla para competir. ¿Quién se apunta?

lunes, 27 de noviembre de 2017

¡Estrenamos imagen!


En los últimos meses he abandonado este blog de mala manera, y pido disculpas a quien haya podido echar en falta contenido.

Sin embargo, es hora de renovar, y aquí estrenamos imagen. Nuevo logo, nueva portada y nueva imagen de Facebook. Ahora sí, bien hechos.

En unos días, comenzaremos a subir nuevos contenidos que puedan ser útiles o resultar interesantes para aquellos que aman el deporte.

¡Gracias!

lunes, 21 de agosto de 2017

¿De quién es la culpa cuando se suspende una prueba deportiva?

Como bien saben los que alguna vez han pasado por este blog, en él lo más que van a encontrar son fechas. Fechas de eventos deportivos que se celebran en Tenerife y alrededores. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, hemos podido observar que algunas pruebas han desaparecido del calendario, unas de forma definitiva y otras aplazadas por causas de diversa índole. Sin ir más lejos, hace unos días leí en Facebook que se había suspendido la Ycoden Trail. Y hace unos meses viví, como parte de la organización, la suspensión definitiva de la mítica Media de Acentejo. El año pasado también se devolvieron los importes de las inscripciones del Acuatlón BlancoBar del Puerto de la Cruz y del Acuatlón de Candelaria, que este año ni siquiera figura en el listado de la Fecantri. Pero, ¿a quién podemos responsabilizar de la cancelación de estos eventos? ¿Por qué sucede esto si, aparentemente, cada vez hay más gente comprometida con el deporte? Veamos.

Puede haber varias respuestas.

En primer lugar, podemos observar como son los eventos de mayor "tirada" los que mayor número de inscripciones acumulan. Pensemos, por ejemplo, en la Tenerife BlueTrail, la K42 Anaga Marathon, la Transvulcania, Travesía Mar de las Calmas, IronMan, Ocean Lava TriSanta Cruz, Travesía Bajamar-La Punta... y así un largo etcétera que se puede ver en cada una de las islas. Sin embargo, ¿por qué tienen mayor tirada? Tengamos en cuenta que hay eventos menos conocidos que también llenan cupos de inscripción en horas (véase la Vulcan Race de Garachico). La respuesta es fácil: inversión en publicidad. Está claro que todos estas carreras, travesías, triatlones, tienen detrás a decenas de patrocinadores que invierten para que el evento tenga su logo plantado casi en cualquier sitio, así como sus productos. Camisetas, arcos de meta y salida, web, avituallamientos, bolsa del corredor, feria del corredor, banderolas, photocalls, gorros... Es el pez que se muerde la cola: cuantos más patrocinadores consiga un evento, mayor importe podrá invertir la organización en publicitarse no sólo en Canarias, sino a nivel nacional e internacional. Asimismo, mayor inversión, colaboraciones más sustanciosas ("Cajamar Tenerife BlueTrail", "Transvulcania Plátano de Canarias", "NorthFace Transgrancanaria", etc.). Cuando no se encuentran suficientes patrocinadores o el evento en cuestión está aún despegando (o en fase de decadencia, que también es posible), la organización a veces tiene que tirar de inventiva para sacar la prueba adelante.

La segunda causa común de desaparición es la falta de apoyo por parte de las administraciones públicas. Cuando una administración local o insular niega el apoyo a una prueba, o se lo reduce significativamente, en ocasiones se hace muy difícil sacar la prueba adelante. Ya sea por intereses económicos, políticos o de otra índole, en cualquier caso es un palo para los organizadores el no contar con el respaldo de un ayuntamiento, cabildo, etc. Esto perjudica seriamente al presupuesto de la prueba, ya que se deben buscar "las coles" por otro lado. De todas maneras, sabemos que una prueba deportiva es una buena publicidad para cualquier municipio o zona, al ser una forma de promover la vida sana, de dar a conocer el lugar y de posibilitar al visitante y al local el descubrimiento de nuevos parajes que, de otra forma, no encontrarían.

La tercera causa, la falta de inscritos. Sabemos que hay fines de semana en los que se satura el calendario, y no es de extrañar. Ha habido fines de semana con hasta cuatro pruebas en cuatro puntos diferentes de la isla que no posibilitan siquiera el hacer una combinada (hacer varias pruebas en un día, o en un fin de semana). Aunque también debemos hablar de los precios de las inscripciones. Puede que incluso venga dado por los puntos anteriores: la falta de apoyos económicos hace que el corredor tenga que pagar un poco más de su bolsillo que si tuvieran a muchos patrocinadores detrás. O al contrario; algunos organizadores aprovechan el tirón para "sacar pasta" al inscrito, dado que el evento ha cogido un nombre en el mundillo y se ha ido haciendo cada vez más famoso.

Otra causa puede ser la obtención de los permisos. No conozco todo el procedimiento para habilitar una prueba y hacer que todos los papeles estén en regla por temas de seguridad. Pero sí sé de eventos que se han suspendido por problemas de tiempo. Sin ir más lejos, hace unos días llegaba un correo del Club de Natación Aguadulce Los Silos donde anunciaban que no iban a celebrar la travesía este año por no haber tenido tiempo de sacar los permisos. Lo mismo pasó hace unos años con la travesía del Puertito de Güímar, que no se realizó por problemas de permisos y tiempo.

La última causa, aunque esta es obvia, es la suspensión por mal tiempo. La seguridad del participante es lo primero, y en este caso las pruebas suelen aplazarse. Recordemos la pasada travesía a nado de San Telmo, que se pospuso por mal estado de la mar. Es lo más lógico y necesario cuando hablamos de suspensiones o cambios de fecha.

El resultado de todas estas causas son efectos que pasan por malestar y enfado de los participantes (lógico, porque se organizan y entrenan en función de determinadas pruebas), descontento de otras organizaciones al cambiarles las fechas; desconfianza de los patrocinadores y seguramente algún otro efecto que se nos escapa.

No sabemos cuál es la solución a este "fenómeno" de cancelaciones, pero sí sabemos que la buena organización es vital. Sobre todo empezar con bastante tiempo, porque los problemas de última hora pueden fastidiar cualquier buen evento. Y saber a quién acudir también es útil.

Y para muestras, botones: hace un rato se ha anunciado la cancelación del Lagothlón BlancoBar. Otro más.